09
May
10

Habitación en Roma o jugando a ser extraños

Habitación en Roma

Medem vuelve a los cines tras el fracaso de ‘Caótica Ana’ con una reinterpretación personal de la película chilena ‘En la cama’. La esencia sigue siendo la misma, el encuentro de dos desconocidos en una habitación de hotel, pero tanto el escenario como los protagonistas cambian.

Alba (Elena Anaya) y Natasha (Natasha Yarovenko) son dos mujeres cuyos caminos se cruzan en Roma. Tras conocerse en un bar, deciden seguir conociéndose en la habitación de un hotel en el centro de Roma. Alba es una lesbiana experimentada mientras que para Natasha todo aquello es nuevo. Ambas deciden aprovechar su última noche en la Ciudad Eterna jugando a ser extraños.

Lo que pasa en aquella habitación está entre lo cómico y lo poético. Entre los distintos encuentros físicos se intercalan interesantes momentos de desnudez. No desnudez física, que eso lo tenemos durante todo el film, sino desnudez emocional. Primero juegan a inventarse otras vidas para terminar aceptando la cruda realidad que les rodea. Son estos momentos de desnudez los que hacen interesante  este largometraje. Si bien estos momentos comienzan a enfriarse y simplificarse según avanza la película y la noche se convierte en día. Lo mismo ocurre con la puesta en escena, tan cuidada y maravillosa durante la noche, y fría, distante y teatral al amanecer. Las enigmáticas conversaciones  de las protagonistas dan paso poco a poco a diálogos tan fríos como ‘la estepa rusa’ y a una puesta en escena demasiado forzada y poco creíble.

Hay que reconocer el buen hacer de Elena Anaya y Natasha Yarovenko que nos muestran sus cuerpos a través de los numerosos planos detalles de cada poro de su piel. No debe ser nada fácil rodar una película así. Pero ni los desnudos, ni la etérea realización donde la cámara se desliza silenciosamente como el ojo de un voyeur, consiguen remendar el tercio final del film.

Al menos cuenta con una muy buena banda sonora de la mano de la adorable Lourdes Hernández, más conocida como Russian Red cuyo tema Loving Strangers nos es dosificado a lo largo de toda la película.

Nota: 6

08
May
10

The Go-Getter o el Huckleberry Finn indie

The Go-Getter tiene todo lo que se le puede pedir a una película ‘indie’: una historia atrayente, buena música, una fotografía más que interesante y a Zooey Deschanel en el reparto.

Mercer, un adolescente que perdió a su madre hace nueve meses y que se encuentra totalmente solo en su ciudad, decide robar un coche como única forma de escape (‘A way in that not be stuck’ dice el protagonista). Así comienza esta suerte de road-movie indie presentada, como no podía ser de otra forma, en la meca del cine independiente, el Festival de Sundance de 2007.

Nos encontramos ante una road-movie del todo atípica, protagonizada por una versión moderna de Huckleberry Finn (Lou Taylor) que, como el protagonista literario, se siente cautivo y sueña con la libertad. El río Mississippi es sustituido por el asfalto estadounidense y la inestable balsa de madera por un coche robado. ¿La meta? En este caso no es Ohio, sino encontrar a su ‘medio-hermano’, a quien no ve desde los tres años, para comunicarle la muerte de su madre. La búsqueda se complica debido al escurridizo paradero del hermano y a los desencuentros y aventuras que vive el joven Mercer.

El viaje de nuestro Huckleberry Finn se completa con una relación telefónica con la dueña del coche, Kate (Zooey Deschanel), una mujer solitaria, hundida en su propia miseria, quien acepta de buena gana el robo de su coche a cambio de que Mercer le cuente sus aventuras. Así comenzarán a entablar, poco a poco, algo más que una amistad, que tendrá una serie de complicaciones y malentendidos, que desencadenarán la aparición física de Zooey.

Quizá esta historia pueda parecer, a priori, algo inverosímil, pero es mucho más compleja si atendemos a su totalidad. Es una historia de libertad, de descubrimientos y pérdidas, de encuentros y desencuentros, un relato de inadaptados, una historia donde el azar  y las casualidades son parte del reparto.

Si a todo esto le sumamos una realización muy cuidada y, en ocasiones, arriesgada; unas buenas actuaciones, destacando la actuación de la siempre adorable Zooey; la elección de una buena banda sonora, de la mano de M. Ward, que da ritmo y dinamismo al film; y la recreación onírica del fantástico baile de Band à Part de Godard; nos encontramos ante una pequeña y modesta joya del cine independiente, aunque sin llegar a la altura de algunas de sus colegas salidas de Sundance como Little Miss Sunshine o 500 days of Summer, pero que nos hará pasar un rato mucho más que agradable. Y si aún así no os convence, al menos la presencia de Zooey Deschanel hará que su visionado no parezca una pérdida de tiempo.

Nota: 8

27
Feb
10

ARCO 2010

La semana pasada tuvo lugar, como todos los años, la gran cita española del arte contemporáneo: ARCO. Al igual que todas las ediciones anteriores contó con dos días dedicado a los especialistas y, por tanto, con una finalidad más comercial, y tres días para el público general, como yo, que consideran ARCO, más que una feria comercial, un encuentro cultural con el arte del momento. Este “arte del momento” quizá es demasiado matizable, teniendo en cuenta que, como otros años, nos encontramos con artistas renombrados de otras épocas que más que estar en ARCO deberían estar en FERIARTE, aunque muchos hacen doblete (¿Tan complicado es vender un Miró o un Tàpies?).

Expanded Box

Como todos los años nos encontramos con una ciudad/país como invitado para poder valorar las actividades contemporáneas que allí se realizan. Este año le tocaba el turno a Los Ángeles, fábrica de talentos en los EEUU. Su arte estuvo representado por una serie de galerías situadas en el pabellón 8. Pero el arte que se nos presentaba de esta ciudad invitada era un arte sin denominación de origen, tan parecido al resto que era complicado discernir si lo que te estaban intentando vender (no olvidemos que ARCO es una feria comercial) era algo propio de Los Ángeles o no era otra cosa que más arte europeo. Quizá esto, es lo más decepcionante de la feria, la elección de una ciudad que poco tiene que ofrecer al panorama actual, o quizá sea la manera de presentarlo, tan disuelto en el maremágnum de ARCO. Lo que se espera de la ciudad invitada no es otra cosa que innovación y señas de identidad propias, cosas que se cumplieron bastante bien en la edición anterior con la elección de India como país invitado, pero que este año brillaban por su ausencia.

Performance "Salvation Army" de Berta Jayo

En cuanto a los Solo Projects (Pabellón 10) y Performing Arco (Pabellón 6) decir, que al igual que el Panorama, han sido bastante decepcionantes. Uno de los principales atractivos que tiene ARCO para mí es tener la oportunidad de asistir a diversas performances, algo que suele ser bastante complicado. En esta edición pude asistir a dos, dos performance que fueron totalmente vacías y que hacen replantearme la naturaleza de esta modalidad de arte. La primera consistía en un concierto de sonidos guturales y fuertes luces cegadoras y la siguiente estaba protagonizada por, lo que bien podría ser, un grupo de monitores de campamento que pretendían ser los herederos directos de Living Theater y que se quedaban en una caricatura simplona y mal hecha. Al menos tuve el placer de presenciar una performance improvisada, la performance “Salvation Army” de Berta Jayo, performance que sí me convenció y que en un principio pensé que venía de la mano del polémico Eugenio Merino, cuyas obras, presentes en el pabellón 8, se convirtieron en las más vistas y en los ídolos morbosos de la edición.

Los Solo Projects no eran especialmente brillantes, llamaba la atención el gigantesco ‘NO’ de Santiago Sierra pero que, quizá por el desconocimiento del trasfondo, se quedaba en algo bastante frío.

"Treasure is everywhere" en el Expanded Box

Llamativo eran los stands del Expanded Box, situados en el núcleo entre el pabellón 8 y 6, que mostraban la expresión artística más tecnológica. Llamativo era el gran panel de besos o los perturbadores maniquíes que escribían en la pared “treasure is everywhere” o se balanceaban en un columpio. La pega de este lugar era la baja iluminación, que si bien lo exigían las obras, restaba importancia al artista ya que era algo complicado encontrar la cartela informativa entre las tinieblas.

En cuanto a los soportes y las técnicas utilizadas, si el año pasado el gran rey fue el lienzo, este año ha ganado la fotografía como medio ideal para la expresión artística. Así encontramos interesantes obras de multitud de artistas, entre los cuales me quedo con Clark & Paugnaud, representados por una galería italiana. Dos artistas asociados que no conocía hasta esta edición de ARCO y que me han sorprendido muy gratamente con sus obras. En su galería podíamos observar parte de la serie “Lost in Meditation”, un ensayo sobre la soledad y el sentimiento opresivo de los muros, y el tríptico “Quattrocento”, una revisión posmoderna de las anunciaciones de los primitivos toscanos. Pero hubo otros muchos artistas centrados en la fotografía que llamaron mi atención como Cristina García Rodero, Roland Fischer, Miguel Río Branco, por citar algunos nombres.  En el resto de géneros, la cosa estaba compensada, al número importante de lienzos le seguían un número importante de esculturas o instalaciones. Quizá lo que más se echó de menos fue el videoarte, con un escasísimo número de obras, mucho menor que el año anterior, cuando incluso tenía una zona especial para dicha técnica.

"Quattrocento" de Clark & Paugnaud

En conclusión, esta edición de ARCO se ha quedado a la mitad de lo que podía haber sido, en un querer y no poder. Como dicen los expertos, ARCO necesita una reformulación y no ser simplemente una nave llena de obras elegidas con criterios bastante cuestionables. Veremos qué nos depara la próxima edición y si, para entonces, ya se ha llevado a cabo esa reforma en la naturaleza de la feria que la convierta en un referente de algo, de lo que sea, pero de algo, como ya lo son la Ferial Art Basel o la Frieze Art Fair.

08
Feb
10

Pierre Gonnord – Terre de Personne



Pierre Gonnord – Terre de Personne

Sala Alcalá 31 – Madrid

Hasta el 28 de Febrero

Armando, 2009

En 2007 se concedió el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid, en la modalidad de Fotografía, al fotógrafo Pierre Gonnord y ahora, y hasta el 28 de febrero, podemos disfrutar de su obra en una interesante exposición que se aloja en la sala Alcalá 31 de Madrid.

Pierre Gonnord se dedica principalmente al retrato aunque también encontramos fotografías de paisajes, terreno inexplorado para el autor, realizadas ex profeso para  esta exposición. En la muestra nos encontramos con un número mayor de retratos de gran formato que muestran una directa relación con los retratos barrocos. En ellos los retratados, personas de pueblos aislados de España y Portugal que mantienen fuertes vínculos con la tierra debido a sus trabajos agrícolas, mineros o marítimos, aparecen aislados con una iluminación efectista que remarca aún más sus defectos. Son retratos que, a pesar de la fealdad o la repulsión que puede provocar en un primer momento por el detallismo y realismo de las fotografías, muestran una belleza y serenidad increíbles.

Los paisajes que acompañan son instantáneas de los lugares cercanos a los retratados y que muestran ese vínculo especial y que parecen complementar los retratos de tal manera que sin ellos no seríamos capaces de captar la esencia completa de los protagonistas, como mostrando que uno no podría existir sin el otro. Son paisajes que muestran una naturaleza amenazante y turbadora, fácilmente relacionables con el movimiento Sturm und Drug y la categoría de “lo sublime” tan propios del Romanticismo. Así se nos muestran paisajes desolados por incendios, la fuerza abrumadora del mar o el poder ‘creador de vida’ de la tierra.

Aunque debido a mi tardanza ya queda poco tiempo para poder visitar esta exposición, cuya entrada es gratuita, os invito a todos los que viváis en Madrid, o paséis por ella en estos días, a visitarla que a pesar de ser un recinto bastante amplio se tarda muy poco en verla.

Incendio, 2009

05
Ene
10

Lisette Model – Fundación Mapfre

«Lo que me interesa es la superficie. Porque la superficie es el interior. La gente siempre dice que hay que investigar dentro. Olvídalo. Todo está por fuera Lisette Model

Fundación Mapfre. Instituto de Cultura. Sala Azca. Gral Perón, 40. Madrid
Del 23 de septiembre al 10 de enero de 2010

Más de tres meses lleva puesta esta interesante exposición de la fotógrafa Lisette Model y que se puede disfrutar en la Sala Azca de la Fundación Mapfre (Madrid) hasta el próximo 10 de enero.

A pesar de que la Sala Azca no es el mejor sitio para una exposición (la sala se encuentra en el interior del centro comercial ‘Moda Shopping’) y que su intrincado recorrido dificulta un correcto visionado de las obras, la exposición merece mucho la pena.

Lisette Model (Viena 1901 – Nueva York 1983) es una de las grandes fotógrafas, aunque algo desconocida, del siglo XX y cuya obra resulta realmente curiosa. Ella supo reflejar mejor que nadie la verdadera esencia del ser humano. En cada una de sus instantáneas muestra el vivir de una época, de una clase social, de un lugar.

Así la exposición comienza con una serie de instantáneas de mendigos de los barrios pobres de París que muestran muy duramente, aunque con gran belleza estética, la miseria humana. Pero una de las series más interesantes es la dedicada a la Promenade des Anglais,  donde capta a la clase señorial de Niza de los años ’30. En sus magníficos retratos vemos la decadencia de la nobleza, disfrutando de sus últimos días de gloria tostándose al sol en las terrazas de los cafés de la Costa Azul. Los retratados se nos muestran casi siempre aislados, inmersos en sus pensamientos (si los tienen) y sin muchas preocupaciones.

El resto de las fotografías que forman la exposición retratan el espíritu del USA de mediados del siglo XX. Así encontramos una interesante serie de fotografías sobre la Quinta Avenida donde nos enseña su esencia a través de los reflejos en los escaparates y el caminar de los viandantes. Lisette Model sabe como nadie captar el alma de la clase obrera y esto es lo que hace en sus series sobre el Lower East Side o los JazzClub, donde podemos encontrar instantáneas que muestran ese brillo especial en los ojos causado por la felicidad que sólo se encuentra en los que no tienen nada.

Autorretrato de Lisette Model

Sin lugar a dudas animo a quienes tengáis la oportunidad de visitar la exposición a que lo hagáis.

De seguro, no os arrepentiréis.

05
Ene
10

Un lienzo de 35mm

Un lienzo de 35mm surge de mi amor conjunto hacia las artes plásticas y hacia el séptimo arte. Así este blog presentará humildes críticas sobre exposiciones y películas de todas las épocas que deban ser reseñadas.

Difrutad de este pequeño lienzo de 35mm! 🙂




Lienzoyfotograma

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